terça-feira, 27 de janeiro de 2015

Pensar no futuro


"Bienaventurados aquellos que han escuchado la misa en las catacumbas. Para un templo temo menos a los furiosos que quieren demoler, que a los fieles que sólo piensan en la sopa. Antaño, los padres cristianos preferían sacrificar a sus hijos a la miseria antes que abjurar. Hoy en día los exponen más gustosamente a verlos perder la fe que a no contar con un diploma. Se compra fríamente un título de abogado o de médico al precio de cien pecados mortales que pueden cometer antes de obtenerlo. A eso le llamamos “pensar en su futuro”: esta palabra dice todo. Cuando éramos cristianos, el futuro estaba en el cielo. Pues ya no lo está más, ahora está en las tiendas, en el comercio, en los negocioss, en el lodo: y para llegar allí, pasan sobre el crucifijo. Ya no hay más cristianos, pues ya no hay fe. Si hubiera fe no se expondría las almas con tanta villanía y veríamos lo que ya no vemos: hombres”.

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